Cuando, al final de este largo invierno montañero, preparé mi lista de deberes pendientes, las primeras posiciones estaban ocupadas por esos grandes clásicos que "hay que hacer": Madejuno - Tiro llago, la cresta Cabrones - Torrecerredo, Tiro Tirso, la Pareja Real... pues bien, ahora que ha empezado el curso escolar me encuentro con la mochila llena de grandes recuerdos, rutas espectaculares por sitios que antes ni sabía que existían, pero la lista de la compra sigue igual de llena o más que antes, lo cual no deja de ser un consuelo, el día que pierda las ilusiones preferiré estar muerto.
Aquí os dejo el relato del único clásico que he sido capaz de completar este verano. En principio no pensé en colgarlo, ya hay muchos relatos de esta misma ruta, ¿a quién le puede interesar?. Luego miré con atención y llegué a la conclusión de que la actividad que voy a relatar es realmente novedosa, al menos yo no he encontrado ninguna otra descripción de la misma ruta en el foro. Me explico, como dice Llambriales en su libro de escaladas fáciles en el entorno de Fuente Dé, incomprensiblemente, una gran cantidad de escaladores, después del descenso del llamado gendarme amarillo, realizan una travesía en descenso, en dirección al Tiro Llago, y evitan el resto del recorrido, perdiéndose por ello parte de la aérea y espectacular cresta.. Pues bien, todas las descripciones que he visto en el foro hacen eso, después del gendarme amarillo bajan por una vira y luego suben directamente a la cumbre Este del Tiro Llago, saltándose tres o cuatro gendarmes de lo más interesantes, que trataré de ilustrar aquí.
En esta ocasión tuve el lujo de llevar como guías a Llambriales, que ya ha hecho la ruta decenas de veces, incluso sólo, y a Carlitos, que también se la conoce bien. Completamos la expedición un colega y el que escribe. No llevamos mucho material, una cuerda de 60 m para rapelar, los arneses y descensores, las subidas las hicimos sin asegurar, para mi gusto el nivel de dificultad es el justo para poder hacerlo a pelo, aunque normalmente se aseguran un par de pasos, sobre todo la subida al Gendarme Amarillo. Ni que decir tiene que con semejantes guías todo parece mucho más fácil

Al hacer este relato no puedo dejar de sentirme un usurpador, sin duda nadie podría haber descrito esta ruta mejor que Llambriales, que tan buenos reportajes nos ha dejado en el foro, pero ya que no se anima (por motivos que sólo cabe respetar) intentaré hacer lo que pueda. Pido también disculpas por haber superado el número de fotos, pero una actividad tan compleja me iba a quedar coja si quito más.
Empiezo la descripción, que me enrollo como las persianas. Salimos de la estación superior del cable y seguimos la pista de la Vueltona, donde pronto vemos nuestro objetivo.

En el Cdo de Fuente Escondida tomamos la ruta que se abre paso entre el caos petreo del Hoyo sin Tierra hacia el Tiro Casares, pero nosotros no llegamos al collado, sino que ascendemos directamente desde el Norte al hombro en el que se inicia la vía.

Ese hombro resultó ser un mirador excepcional del Hoyo sin Tierra y los Hoyos de Lloroza, con algún que otro artista invitado.

Empieza la subida por un Diedro - Chimenea de III.

En general se sube por el centro, pero hacia la mitad hay un resalte que se supera por la izquierda, donde hay un puente roca (en la foto me estoy agarrando a él con la mano derecha).

El final es pura chimenea.

De forma alternativa, se puede subir por una cresta, de dificultad similar. Aquí aparece Llambriales, que parece que ha bajado volando.

Al salir de las chimeneas nos esperan unas bonitas llambrias, con exposición pero fáciles (II).

Arriba las vistas eran soberbias, con unas nubes juguetonas que daban mucho juego.
El rey estaba pudoroso, tapándose las partes bajas.

Iniciamos la bajada, con cuidado porque hay patio.

Aquí está el primer rápel, aunque se destrepa bien, sólo hay que buscar los apoyos buenos para los pies.

Desde esta horcada subimos por la cresta, fácil pero aérea (aquí algunos pasan andando como si tal cosa, otros nos tenemos que humillar un poco).


Llegamos al primer y espectacular rápel de 20 m, con un tramo volado. Enfrente tenemos el gendarme amarillo.



Una vez en tierra toca seguir unos metros más por el filo de la navaja. Aquí vemos este tramo desde el gendarme amarillo, con Carlitos destrepando, y en Madejuno otro grupo que nos venía pisando los talones (y que finalmente nos alcanzó).

Llegamos al gendarme amarillo, que hay que subir por una chimenea de 10 m. Está catalogada como IV-, pero a mí no me pareció tan difícil, se sube muy bien en oposición. Hay un clavo para asegurar, aunque nosotros subimos a pelo.


Bajamos por el tercer rápel, el más largo. Para llegar hasta la vira donde está mi compañero de azul son poco menos de 30 m (vale con una cuerda de 60).


Desde este punto lo que hace mucha gente es bajarse por una vira, saltarse los siguientes gendarmes por abajo y subir directamente al Tiro Llago. Nosotros encaramos el primer gendarme, hay que subir una placa bastante lisa, con los agarres justos y una buena caída, está catalogada como III+ pero a mí me pareció el paso más difícil de toda la ruta.


Desde aquí hay que rapelar (4º rápel) y luego destrepar hasta la siguiente horquilla.

Subimos por una canal anaranjada y luego por un espolón bastante aéreo (III-)


Mirando atrás vemos al grupo perseguidor bajando el 4º rápel.

Esta cumbre hay que destreparla con cuidado, que está muy rota.

Desde aquí se sube al último gendarme, que hay que trepar y destrepar con cuidado (III-). Mi colega y yo nos lo saltamos y bajamos por una vira que termina en la canal por la que se sube al Tiro Llago.


(sigue)