PEDRO
Otro de los amigos que pasan a mejor vida. Literalmente: a una vida "jubilosa".
Recio bejarano, compañero en muchas carreras y en muchas montañas y, sobre todo, amigo.
He dicho muchas veces que en las montañas se conoce muy bien a la gente, porque allí, en unas circunstancias duras y muy especiales, no se puede esconder ni disimular el cómo eres, cosa que sí se puede hacer más fácilmente en la vida "de ciudad". Por eso, los amigos que se hacen en la montaña suelen ser amigos de verdad.
Compañero de carreras (Media Maratón de Bejar, Media Maratón de Valladolid, aquella Behovia - San Sebastíán, ...) y de muchas montañas.
Creo que las primeras que hice con él fueron -de anfitrión en su tierra- Calvitero, Canchal de la Ceja y Torreón (muchos años después, cuando inicié la colección de los "Techos de España", me enteré de que tenía hechos, entre varios otros, el de Salamanca y el de Cáceres. Después fui yo anfitrión suyo en Torrecerredo (lo que recuerda la acuarela que le he pintado). Y llegaron muchas otras montañas, una lista interminable: Llambrión, Almanzor, Aneto, la Integral de la Pedriza, Peña Ubiña, ..., Mont Blanc. Siempre recordaré cuando hicimos en el día (con otro hermano suyo) Alto de Guarramillas, Peñalara, Claveles, Alto de Guarramillas, Maliciosa, o, también en el día (con la misma buena compañía de su hermano), Curavacas, Peña Prieta y Espigüete. La última, por ahora, ha sido el Catoute. Espero que sean muchas más.
