
Es curiosa la percepción del peligro; partiendo de la base de que no hay una vía de escalada segura, y menos si es una vía "de aventura", limpia y sin apenas repeticiones, a mí no me pareció una vía especialmente peligrosa, si fuera así no os habría pedido que me acompañarais


La verdad es que la roca nos dejó a todos conmocionados, yo no la vi hasta que no noté el suelo temblar, estaba bien protegido bajo una panza, pero Iván estuvo cerca. Te diré que es el segundo susto que tengo con un misil de largo alcance, el primero fue mientras iba caminando bajo las vías de ¡Fresnidiello!. En fin, son cosas que pasan, lo bueno de estos sustos sin consecuencias es que siempre nos enseñan algo, en este caso, aparte de elegir las vías en las que nos metemos, creo que todos empezaremos a tantear las rocas con más cuidado, a no ponernos en la línea de tiro sin necesidad y a estar más atentos a lo que venga de arriba.
Y ¡menudo susto me diste en el tercer largo!. Cuando patinaste (yo creo recordar que fue el pie derecho) me quedé blanco, ¡si asisto a otro vuelo en el mismo largo, ya cuelgo el arnés definitivamente!


En fin, lo que no se puede negar es que el segundo día también fue muy intenso y enriquecedor. A ver cuándo volvemos a coincidir.