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Desde aquel día ansiaba el regreso a la misma zona uniendo Las Tobas con el Sendero del Oso. En estos recovecos siempre es oportuno ir acompañado y aunque me ha costado un tiempo al final fue Raúl el que se animó a investigar conmigo en territorio secreto tresvisano.
Por Las Tobas en aquella ocasión no encontraron la continuación, puesto que lo agreste de la zona y el espolón rocoso que baja desde el Balcón de Pilatos hasta el mismo río imposibilita el paso hacia Sordeños. Después nos dijeron que el único paso se encuentra casi a la altura del río a través de un andamio de madera que colocó Cipriano hace algo más de 10 años. Treparriscos fue poco después y encontró el paso y su continuación hacia Sordeños.
Hay que reseñar que todo el itinerario desde la carretera en Urdón hasta Tresviso nos ha llevado 6 horas y media, aunque tenemos que reconocer que perdimos casi una hora en una confusión, por lo que se puede recortar algo el tiempo. Podéis hacer la comparación con lo que se tarda por el canal de Reñinuevo (en la otra vertiente del río) y veréis que es mucho más fatigoso y bastante difícil de transitar. Ya dejamos claro en el otro reportaje que conociendo muchos accesos a Tresviso diferentes: La Peña, La Pasá del Picayo, Tombu Robru, El Jorao… este es con mucho el itinerario más complicado de todos, por varios motivos: el primero porque a penas se encuentra rastros de sendero durante todo el recorrido, segundo porque los senderillos de animales a veces te pueden despistar llevándote a algún lugar sin salida, tercero porque la vegetación está en algunas zonas invadiéndolo todo debido a que ya los pocos pastores que por allí se metían no llevan allí sus cabras.
Al llegar a Tresviso nos encontramos con que están en fiestas por lo que había un bullicio de gente como nunca habíamos visto allí. Hablamos con Feliciano en el bar para contarle nuestra aventura y allí también nos encontramos con Fidel de nuevo, un pastor ya retirado que llevaba su ganado a Sordeños a través de Las Angosturas y de Las Tobas. Él fue precisamente el autor del equipamiento de los cables que uno se puede encontrar en las zonas más escarpadas y que sobre todo ayudan a guiarte en la buena dirección. No hay que fiarse del todo de estos cables puestos hace ya varias décadas, de hecho uno de ellos lo vimos partido antes de terminar una canaleta probablemente por la caída de una piedra). También hicimos una visita a Cipriano un pastor de Tresviso que equipó el andamio de madera que comentábamos anteriormente y colocó muchos cables por Las Angosturas y Sendero del Oso. Él nos comentó que todavía sigue bajando por lo menos una vez al año por allí, la última vez en este invierno, y que fue el que colocó la chaqueta azul de Las Angosturas que vimos en la anterior visita a la zona.
Me gustaría también hacer un reconocimiento especial a Ramón Sordo Sotres. En su libro Toponimia de Asturias, Cantabria y León hace referencia a este itinerario. Sobre el Sendero del Oso escribe en su página 358: paso estrecho radicado unos 100 metros sobre el ríu de Urdón, “dicen que por allí pasó alguna vez el osu”; descender hacia el Senderu l’Osu por la Riega la Villa es malo, pero si se baja por Las Engosturas ello es peligroso también; ambas vías se juntan, sin llegar a Sordeños, en el Senderu l’Osu unos metros para el lado de Sordeños; a Sordeños se puede llegar también por Las Tobas, un acceso peor que por Las Engosturas, malísimo y localizado por debajo de Ciabedu, de La Columna Incliná”. Y en la página 464 se extiende ampliamente de nuevo con un montón de topónimos hablando sobre Sordeños y sus accesos desde Tresviso. Hablando con Cipriano confirmo todos estos topónimos como correctos, se ve que Ramón tenía buenos informantes.
Paso a comentar algunas fotos del recorrido sin entretenerme mucho
1. La flecha indica hasta donde hay que descender por Las Tobas para pasar a Sordeños.
2. Al comienzo del sedo contemplamos el valle del Urdón

3. Hay que salirse del sendero de la Peña en la zona de Ciabedu y alcanzar una canaleta muy inclinada con el primer cable

4. Raúl se dirige al cable amarrado a un puente de roca

5. Detalle de peldaño para pies en el descenso

6. Hierros y cables nos van guiando en la bajada

7. Desde una primera huerta con el zoom ya vemos el Sendero del Oso, marcado con línea roja
8. Pasamos una segunda huerta a la que se accede con cable y hay que hacer travesía horizontal en esta zona

9. Las huellas de cabras nos llevan a un cortado de unos 30 metros sin salida

10. Más abajo encontramos otros cables hasta el punto más bajo de la ruta, cerca del río Urdón

11. Se pasa por el andamio de madera para entrar en una canal muy pindia que hay que ascender para alcanzar las huertas de Sordeños.

12. Desde lo alto de esta canal vemos el espolón que nos impedía el paso, en el que perdimos tiempo. Más atrás se observan las huertas a las que hacía referencia

13. Sordeños se camina bien, aquí avanzamos rápidamente

14. Al llegar a Las Angosturas hay otros cables instalados que nos guían

15. Nos sorprende ver su anclaje a la roca

16. Aprovechamos esta fresca sombra con agua para comer y descansar

Así se ve la parte baja de Las Angosturas desde el Canal de Reñinuevo, en el corredor de Matallana

17. Se descienden unos metros para alcanzar la portilla de entrada al Sendero del Oso

18. La zona inicial es aérea, a unos 100 metros sobre el río

19. Desde aquí tenemos una vista completa de Sordeños, que ha quedado ya atrás

20. Más cables a los que nos aseguramos después del Sendero del Oso

21. Alcanzamos la Riega la Villa, por la que desciende agua

22. Atravesamos un par de contrafuertes más con mucha vegetación

23. Y ya pasamos a zona más despejada de matorral, todavía quedan 3 tramos con cables

24. Aquí Raúl ya está a punto de salir a las majadas por el Senderuco, tras pasar el Cantu Rosna y la cueva Rosna.

25. En la bajada desde el Balcón de Pilatos contemplamos buena parte de nuestro itinerario.

Como ya dejamos aclarado en los reportajes citados anteriormente, es una ruta peligrosa en la que hay que estar muy habituado a moverse por este tipo de terrenos. Además la desaparición del pastoreo en la zona está cerrando algunas zonas de maleza y con los cables y sus aseguramientos han dejado de realizarse mantenimientos por lo que no hay que fiarse al cien por cien de ellos, algún anclaje nos hemos encontrado suelto. En otras ocasiones los alambres para asegurar los cables están muy oxidados y no ofrecen mucha confianza… De todas maneras nos ha parecido un trabajo espectacular el que tuvieron que hacer por allí unos cuantos pastores para hacer estos sedos “transitables” y ojalá no termine por desaparecer del todo para no olvidar nunca las difíciles condiciones en las que trabajaban los tresvisanos.
Espero que os guste, nosotros volvimos encantados y satisfechos de unir estas dos zonas bien diferenciadas de pastoreo. Saludos a todos.