Según las previsiones este sería un día feo como el día anterior por lo que seguiría con pocas posibilidades de ver al Matterhorn
No tenía muy claro lo que hacer, sobre todo, cuando al levantarme estaba un día muy bueno. Pero sabía que sería cosas de horas
Entre las cosas que tenía planificadas para estos días era subir en el tren cremallera a Gornergrat. Desde allí las vistas prometían ser espectaculares. Y, alo mejor, al subir más arriba, tendría suerte...
Error!!!, jaja. Tampoco sería el día. Jugueteó un poco conmigo y acabó cubriéndose de nuevo... Perdería la batalla pero no la guerra...
Lo dicho. El dia, en Zermatt, espectacular:






Nada, nada. Desde Zermatt no se dejaba:

Desde el tren, pues tampoco:

Pues subimos a Gornergrat a ver:

Algo es algo, ¿no?:

Desde Gornergrat, no se vería el Cervino, pero cuatro miles había unos cuantos
El Monte Rosa con el Nordend y el Dufourspitze:

El Castor y el Pollux:

El Breithorn (al que veré más de cerca al día siguiente):

Espectacular:


Weisshorn:

Hay que aprovechar antes de que se cubra:



Se va acabando el buen día:

Ni que se hubiera venido de Picos:

Antes que se cubra del todo, últimas vistas del Glaciar Gornergletsher:


